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Medicamentos que afectan al deseo sexual

Hablar de sexualidad puede ser complicado, pero cuando le sumamos los efectos secundarios de algunos medicamentos, el tema puede volverse aún más delicado. ¿Alguna vez te has sentido menos interesado en el sexo y no sabes por qué? Tranquilo, no estás solo. Existen ciertos medicamentos que, aunque cumplen su función principal, pueden afectar indirectamente el deseo sexual. 

Y no, no eres un extraterrestre por sentirte así. Hoy exploraremos de manera respetuosa, educativa y un poquito divertida este tema que, aunque serio, merece ser desdramatizado. ¡Acompáñame!

¿Por qué los medicamentos afectan el deseo sexual?

Antes de entrar en detalle sobre los medicamentos que pueden impactar en tu libido, es importante entender por qué sucede esto. Muchos medicamentos actúan alterando el equilibrio químico de tu cuerpo. Ya sea modulando las hormonas, influyendo en los neurotransmisores o afectando la circulación sanguínea, todos estos factores pueden jugar un papel fundamental en cómo te sientes, tanto física como emocionalmente.

El deseo sexual no depende únicamente de una "chispa mágica". Es una interacción compleja de factores físicos, emocionales y psicológicos. Por lo tanto, cuando algo en este sistema tan delicado se altera, es completamente normal que el deseo sexual se vea afectado.

Medicamentos que pueden reducir el deseo sexual

Aquí te presentamos algunos de los medicamentos más comunes que podrían estar influyendo en tu libido:

1. Antidepresivos

Los medicamentos para tratar la depresión, especialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como el Prozac, Zoloft y Paxil, son conocidos por tener un impacto en la libido. Aunque son altamente efectivos para tratar la depresión y la ansiedad, también pueden reducir el deseo sexual, dificultar la excitación y, en algunos casos, causar problemas de anorgasmia.

¿Por qué?

Estos medicamentos aumentan los niveles de serotonina en el cerebro, lo cual mejora el estado de ánimo, pero también puede disminuir los niveles de dopamina, una hormona relacionada con el placer.

2. Anticonceptivos hormonales

Las pastillas anticonceptivas, los parches y los anillos vaginales, aunque excelentes para prevenir embarazos no deseados, pueden reducir los niveles de testosterona en el cuerpo, una hormona clave para el deseo sexual. Algunas mujeres notan una disminución de su libido cuando comienzan a usar anticonceptivos hormonales.

¿Solución?

Si esto te sucede, habla con tu médico sobre probar diferentes métodos anticonceptivos, como aquellos con niveles hormonales más bajos o métodos no hormonales.

3. Medicamentos para la hipertensión

Los medicamentos utilizados para tratar la presión arterial alta, como los betabloqueantes (ejemplo: atenolol) y los diuréticos, pueden afectar la circulación sanguínea y, en consecuencia, reducir el deseo sexual y la capacidad de alcanzar la excitación.

Dato curioso: La hipertensión en sí misma también puede dificultar la excitación sexual, ya que afecta el flujo sanguíneo hacia los órganos sexuales.

4. Tratamientos para la alopecia

Algunos medicamentos para la caída del cabello, como el finasteride (Propecia), están diseñados para reducir los niveles de dihidrotestosterona, una hormona vinculada a la pérdida de cabello. Sin embargo, esta hormona también está conectada con el deseo sexual, lo que podría explicar una disminución de la libido en algunos usuarios.

5. Ansiolíticos y sedantes

Medicamentos como las benzodiazepinas (Valium, Xanax) son geniales para relajarte después de un día estresante, pero su efecto sedante puede llevarte a un estado de calma tan profundo que la idea de intimidad puede no estar en tu lista de prioridades.

Nota: No es que no puedas sentir deseo, pero simplemente tu cerebro podría estar más enfocado en descansar que en otra cosa.

6. Opioides

Los analgésicos opioides, utilizados para tratar el dolor crónico (como la morfina o la codeína), pueden afectar la producción de testosterona y reducir el deseo sexual con el tiempo. Además, también pueden afectar tu energía y ánimo, lo que puede disminuir aún más el interés en el sexo.

7. Medicamentos para el reflujo y antiácidos

Algunos medicamentos, como la cimetidina, utilizados para tratar el reflujo gástrico o la acidez estomacal, pueden reducir los niveles de testosterona, lo que podría afectar el deseo sexual a largo plazo.

8. Quimioterapia y tratamientos oncológicos

Los tratamientos contra el cáncer pueden tener un impacto significativo en el deseo sexual debido a los cambios hormonales, el agotamiento físico y los efectos secundarios emocionales.

¿Qué hacer si un medicamento está afectando tu deseo sexual?

La buena noticia es que no estás atrapado en esta situación. Hay formas de manejar estos efectos secundarios de manera efectiva:

  • Habla con tu Médico: nunca ajustes o suspendas un medicamento sin consultar a un profesional. Explica tus preocupaciones para que tu médico pueda sugerir alternativas o ajustar la dosis.
  • Explora otras opciones: en algunos casos, puede haber medicamentos alternativos con menos efectos secundarios sexuales. Por ejemplo, ciertos antidepresivos como la bupropión tienen menos impacto en la libido.
  • Comunícate con tu pareja: el deseo sexual no siempre es lineal. Hablar con tu pareja sobre cómo te sientes puede aliviar la presión y ayudarte a encontrar formas alternativas de conectar emocional y físicamente.
  • Ejercicio y bienestar general: el ejercicio regular puede aumentar los niveles de endorfinas y mejorar el flujo sanguíneo, lo que ayuda a contrarrestar algunos de los efectos negativos de los medicamentos. Además, mantener una dieta equilibrada y dormir bien también contribuyen a una mejor salud sexual.
  • Terapia sexual o psicológica: si sientes que los cambios en tu libido están afectando tu calidad de vida o tu relación, considera buscar ayuda de un terapeuta especializado en sexualidad. A veces, el apoyo emocional puede ser clave para encontrar soluciones.

Desmitificando el impacto en la sexualidad

Es fundamental entender que experimentar cambios en el deseo sexual debido a medicamentos no te hace menos humano o deseable. Nuestro cuerpo es un sistema complejo y sensible, y es completamente normal que reaccione a los medicamentos de formas inesperadas.

En lugar de verlo como un problema insuperable, trata de enfocarte en las soluciones y el apoyo disponible. La sexualidad es una parte importante de nuestra vida, pero no es el único indicador de quiénes somos o de nuestras relaciones. Recuerda, siempre hay formas de adaptarse y disfrutar de una vida plena y placentera, incluso con estos desafíos.

Si has notado una disminución en tu deseo sexual y sospechas que puede estar relacionada con algún medicamento que estés tomando, no ignores tus sensaciones. La comunicación abierta con profesionales de la salud y con tu pareja puede marcar la diferencia.

Al final del día, lo más importante es tu bienestar integral. La sexualidad es solo un aspecto de tu salud, pero merece la misma atención y cuidado que cualquier otro. Así que, si algo no te cuadra, ¡pregunta, investiga y busca soluciones! Porque cuando se trata de bienestar sexual, cada paso cuenta. ?

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