Hablar de sexualidad dentro de una relación puede ser tan incómodo como tratar de abrir un frasco de mermelada...
Hablar de sexualidad dentro de una relación puede ser tan incómodo como tratar de abrir un frasco de mermelada atascado sin derramarla por todos lados. Ahora, si a eso le sumamos el conflicto de que uno de los dos no tiene ganas de sexo y la otra persona se enfada, el frasco se convierte en una bomba de relojería emocional.