¡Bienvenidos al enigmático mundo del abdorgasmo, donde el gimnasio se convierte en tu nuevo lugar de peregrinaje...
¡Hablemos de placer! Y no solo del gozo temporal que nos eriza la piel, nos pone los ojos en blanco y nos deja jadeando por aire, sino del tipo de deleite que va más allá de la alcoba y se derrama en beneficios para la salud que duran mucho después del encuentro amoroso. Hablamos, por supuesto, del orgasmo.